viernes, 11 de noviembre de 2011

Amantes clandestinos

¿Puedes sentirme, amor?
Hablé con el viento y solo obtuve el silbido de tu nombre.
Siempre caminé a tientas  bajo el rocío de la noche, hasta que tu eclipse cegó mi corazón.
Los días helados azotaban mi rostro y el cruel temporal sacudía mis ilusiones.
Beberé tu antídoto, alas de ángel con perfume de predilección.
Los fantasmas internos golpearon mi puerta, pero no quise abrirles.
¿Puedes escuchar mi voz, amor?
Grito sin voz desde el borde del abismo porque no tengo miedo a precipitarme al vacío.
Soy capaz de palpar tus radiantes estímulos de realidad, impulsándome a bailar junto a la luna.
Envuélveme con tu pelo y hazme enmudecer.
Tu creciente mirada me petrifica y solo tu calor puede descongelarme.
¿Puedes verme, amor?
Estaré sepultado a presión en tu belleza.
Observa los tumultos de mi pasión, soles incombustibles dando luz a tu galopante fulgor.

(Escrito y creado por Juan Antonio Acedo Díaz)