miércoles, 7 de agosto de 2013

Djelem Djelem

Anduve y anduve.

Desde el centro de la tierra hasta la cima de Babilonia.

Al amparo de ropas raídas y espíritus ancianos.

Ahora, mi expedición aún no ha acabado.

Porque la única riqueza es mi alma.

Reflejándose en mis caminos.

Guiando mi nómada estampa.

La travesía que forman mis ojos cansados.

Siendo el vigilante del mundo.

Avanzando a pasos agigantados.

Por titánicos senderos brumosos y cerrados.

En mi ser prevalecen las armonías del amado.

Mi éxodo espiritual no será crucificado.

El viaje jamás habrá terminado.



(Escrito y creado por Juan Antonio Acedo Díaz)